Empezamos con un buen desayuno para cargar energías, y luego salimos en caravana rumbo a Melincué y Firmat. En el camino, nos sorprendió la lluvia, pero nada nos detiene: paramos, nos pusimos los equipos, y seguimos.
Recorrimos el lugar y terminamos en un restaurante donde comimos de lujo. De regreso, la lluvia nos volvió a encontrar, casi con nieve!